BASES
Como fan acérrima de esta saga, tanto de sus libros como de su serie, me veía en la obligación moral de dedicar un post, si no el post de mi vida, a esta historia que ha hecho aflorar en mí las más deliciosas artes investigatorias y el más audaz escrutinio de intenciones literarias ocultas.
Yo misma he intentado ponerme en la piel de este genio llamado Martin (aunque tuve que salir de ella para no enloquecer con tanto personaje y detalle) para entender lo sucedido y por suceder y para plantearme cómo construiría yo un universo semejante. Por dónde empezar y por dónde acabar.
No soy Martin, ni puedo acercarme de lejos a su brillantez, pero sí he tenido tiempo para darle vueltas a sus historias, ponerlas del revés y del derecho para volver a dejarlas y dar vueltas yo misma, hasta intentar encajar las piezas en mayor o menor medida.
Infinitas teorías se ciernen e infinitas se han de desechar. Y, bueno, la forma personal de ver las cosas, como es lógico, es un catalizador del que nadie puede prescindir.
Lo primero que hay que tener en cuenta es cómo se comenzó a forjar la historia, es decir, pararse a pensar en cómo se construyeron las bases que lo sustentan.
LOS CIMIENTOS DE HIELO Y FUEGO
Hay muchos personajes, muchas intrigas y muchas historias de emociones y sentimientos humanos en esta saga. Pero deben de crearse unos marcos para ellos. Uno conocido y humano y otro, más importante, sobrenatural y primordialmente oculto a lectores y protagonistas. Y, lo más determinante, es que el primero ha de estar subyugado a éste último.
Por mucho que los relatos sobre las conspiraciones entre personajes logren atraer la atención absoluta del lector, no son más que movimientos de piezas en un tablero con vida propia. Un tablero que tiene motivaciones y normas ajenas a las piezas que se mueven sobre él y que, bajo su apariencia de simple entorno, es el que determina los movimientos que van a darse sobre su superficie.
Por tanto, vamos a lo sobrenatural. Lo más complejo siempre será la causa de lo más sencillo y, por si no nos hemos dado cuenta, se ha prescindido con una facilidad aterradora de la vida de personajes con un peso que parecía ser clave. Ergo, reafirmo el peso de las fuerzas sobrenaturales de la saga por encima de las acciones de sus protagonistas. Y, a su vez, el peso de los protagonistas de acuerdo a lo importantes que resulten para dichas fuerzas sobrenaturales.
Se ha dicho que Martin es un gran fan de H.P. Lovecraft y que le ha dedicado algún que otro guiño (como el Kraken de la casa Greyjoy y el nombre del primer Greyjoy que reinó en las islas del Hierro: Dagon).
Pero yo voy más allá. Creo que el universo de Martin ha nacido de la semilla del universo de Lovecraft mucho más que del de Tolkien, siendo esta segunda influencia la que todo lector remarca mientras ignora la primera que, a mi parecer, es mucho más determinante.
Así que antes de darles forma a las motivaciones de los personajes y de las casas nobles en CdHyF, sin duda, hubo que darle primero forma a las identidades de las "deidades" de la saga y a sus motivaciones.
Como relativamente conocedora del universo de Lovecraft, puedo decir que partimos de un mundo en el que la locura acaba siendo la segunda puerta de todo el que pasa por éste siendo, por supuesto, la primera puerta la muerte. No estoy diciendo que Martin haya seguido sus normas a rajatabla, creo que ha impuesto las suyas propias y ha sido mucho más clemente con sus hijos de pluma que Lovecraft y, sin duda, se ha alejado de la atmósfera de pavor y constante angustia de Lovecraft.
Aún así, partimos de un Juego de Tronos o juego de poderes más allá del juego de tronos de los mortales.
Deidades que juegan sus propios pulsos de poder y cuyos movimientos influyen decisivamente sobre el devenir de los acontecimientos de los mortales.
El bien y el mal
Si hay algo que gusta de las novelas de Martin es su forma de mostrar a los personajes como buenos, malos y nada de esto a la vez. Todos tienen un lado bondadoso y justo y, estrechamente unido, un lado sucio e inmoral. Pero voy a disentir con el permiso de quienes admiran esta faceta de Martin.
Martin nos presenta a sus personajes como seres humanos. Pero sí que hay buenos y malos.
Él nos los muestra desde el punto de vista de cada uno de ellos y nadie es malvado desde su propio punto de vista.
Es una realidad en el aspecto psicológico humano el hecho de que nadie puede vivir reprobando constantemente sus propios actos. Todos justificamos nuestros actos, excepto el caso de quienes superan la barrera de la psicopatía y no sienten la necesidad de hacerlo o quienes cuya única justificación es "porque quiero y puedo hacerlo", que viene a ser lo mismo.
Así que tenemos héroes, heroínas, villanos y villanas. Que, según su propio punto de vista, los villanos se vean como abnegados héroes o los héroes se sientan atormentados en sus fueros internos por sus errores y vivan temiendo el fantasma de una potencial villanía, hace que sus condiciones adquieran más realismo, se alejen de lo típico y despierten nuestra admiración.
Así que decir que no hay buenos ni malos sugiere en quien emite tal juicio la ausencia de una balanza moral en la línea del típico villano de cómic y su estereotipado "el bien y el mal son sólo puntos de vista".
También hay quienes actúan mal, cegados por principios que consideran buenos y son dignos discípulos de Maquiavelo, aferrándose a un buen fin y cometiendo en el camino a éste crímenes cuyo calibre supera al de cualquier bien que pudiera vislumbrarse al final del objetivo que perseguían.
Una vez aclarados estos dos puntos, procedo a entrelazar los conceptos expuestos para comprender el punto al que intento llegar.
Las deidades (entidades alienígenas, a fin de cuentas) de Lovecraft, vistos desde el punto de vista de la humanidad, eran entidades crueles con motivaciones lejos de la comprensión mundana que utilizaban a los seres humanos para su propio beneficio y usaban su poder sobre ellos para manipularlos y conseguir sus fines. Fines que implicaban muchas veces la misma destrucción del mundo.
No obstante, habían algunos que, no siendo menos malvados, tenían intereses que implicaban la subsistencia de la Tierra y la supervivencia de la especie humana. Con lo que sus intereses chocaban con las caprichosas intenciones de los primeros, pero eran afines a los de la humanidad.
En CdHyF se habla de numerosas deidades:
-Los Siete. El Padre, la Madre, la Doncella, el Guerrero, el Herrero, la Bruja y el Desconocido.
Aquí es evidente la atribución de los arquetipos humanos pertenecientes al inconsciente colectivo por parte de la propia humanidad.
Siempre se habló de que no se trataba de siete dioses, sino de siete facetas de un sólo dios.
En este caso, poco vemos de las deidades lovecraftianas. Vemos, más bien, una Fe creada por seres humanos, para proyectar sus necesidades espirituales y hallar cobijo cuando sus debilidades acechan.
Pero, ¿de qué único dios se trata?
-R'hllor. El llamado dios rojo, Señor de la luz que se manifiesta a traves de ésta. En su caso, a través de todo lo que proporciona luz. En la época de corte medieval en la que la historia se desarrolla, lo único que proporcionaba luz era el fuego. Tanto la gran bola de fuego del cielo que hace despuntar el día, como cualquier antorcha u hoguera. Y R'hllor es la figura que da nombre al título de la saga: Canción de hielo y FUEGO.
A modo de observación, quienes estén familiarizados con las novelas de Lovecraft hallarán el nombre de esta entidad muy en la línea de los impronunciables nombres de los dioses que aparecen en dichas novelas.
Siguiendo con esta figura, cabe preguntarse ¿es R'hllor una entidad benigna?
Para responder a esta pregunta, debemos remitirnos tanto a la marcada tendencia de Martin de no presentar ningún personaje como el bien ni el mal absoluto, mas sólo como un ser con sus propias motivaciones.
Esto, por un lado. Por otro, remitirnos igualmente a las deidades lovecraftianas.
R'hllor es una entidad a la que le importa que el mundo en el que se desarrolla la saga continúe. Que la humanidad sobreviva. Aunque, de vez en cuando, requiera que algunos de estos humanos sean abrasados, mutilados y torturados para gozar de sus favores. Aunque dé poder a quienes realicen atrocidades en su nombre.
Aquí introduciría una brillante frase de Melisandre que quedaría como un guante y que, curiosamente, el hecho de que sea tan apropiada es una sublime ironía:
"Si media cebolla está podrida, la cebolla está podrida."
Aunque no estemos hablando de una persona, la esencia de la metáfora es aplicable y se entiende perfectamente.
Cuadraría muy bien con la definición de Lovecraft (sin adulterar posteriormente por Derleth) como dios arquetípico.
-El Gran Otro. Enemigo de R'hllor. Le interesa acabar con la humanidad y tiene su personal juego de tronos con R'hllor. Es el hielo, la noche, la oscuridad absoluta, el frío y la muerte.Quien da nombre también a la saga: Canción de HIELO y fuego.
Parece ser que las estaciones en Westeros y Essos serían iguales a las nuestras y que lo que las alteró e hizo que hubieran largos y prolongados inviernos fuera la presencia de éste. Aunque también los veranos y las primaveras son especialmente largas, lo cual es, posiblemente, atribuíble a R'hllor.
Como hemos visto en la serie (pues creo que serie y libros se complementan dado que es el mismo escritor el que se encuentra tras ambos) la corte del Gran Otro son demonios de hielo. Según los libros, su aspecto no es horrendo, sólo frío e inhumano.
Esclavizan a la humanidad sólo con el toque de un dedo. Les arrebatan su calor, su vida y su humanidad para convertirlos en fríos sirvientes. En un ejército de muerte caminante y fría para marchar sobre la vida y extinguirla.
Parece que aquí tenemos un ejemplo de lo que Lovecraft definiría como dioses primigenios al servicio de una deidad exterior. Quisiera citar aquí a Nyarlathotep, pues era conocido en los relatos de Lovecraft como "El que susurra en la Oscuridad", entidad que parece interesada en la humanidad. Para destruirla, claro.
-Los Antiguos Dioses. Aquí voy a improvisar mis propias teorías. Si
bien en los tiempos en los que se desarrollan los acontecimientos en la
saga los poderes que se les atribuyen no son más que la manifestación de
los Niños del Bosque y su comunión mágica con los elementos de la
naturaleza, toda la "magia" en CdHyF tiene una procedencia única. Hielo o
fuego. Puede que fueran antiguos sirvientes del Gran Otro que luego
renegaron de él aunque ya tuvieran dones mágicos o puede que fueran
antiguos sirvientes de R'hllor.
A fin de cuentas, son las dos únicas fuerzas sobrenaturales cuyo poder se muestra como real.
-El dios ahogado. Aquí sobra narrar los paralelismos lovecraftianos, pues son obvios. Se trata de Dagon y como, curiosamente, alude el sacerdote rojo Moqorro "es un siervo del Gran Otro".
(Continuará)
jueves, 26 de junio de 2014
martes, 6 de marzo de 2012
Recuerda aquellos tiempos
Recuerda aquellos tiempos
¿Te acuerdas?
Eramos tan jóvenes e
inocentes entonces.
Te acuerdas
como empezó todo,
parecía justo como el cielo.
Entonces, ¿porqué terminó ?
¿Te acuerdas en el otoño?,
nosotras estábamos juntas
todo el día.
¿Te acuerdas?
nuestras manos unidas
nos mirábamos fijamente
a los ojos.
¿Te acuerdas de aquel tiempo
cuando nos conocimos por primera vez?.
¿Te acuerdas de aquellos tiempos?
¿Te acuerdas
como solíamos hablar ?
Nos quedábamos en el teléfono
de noche hasta el amanecer.
¿Te acuerdas de
todas las cosas que decíamos?
¿Te acuerdas en la primavera?
Todas los mañanas los pájaros cantaban.
¿Te acuerdas de esos momentos tan especiales?
Vuelven una y otra vez a mi mente.
Te acuerdas de aquel tiempo
cuando nos conocimos por primera vez.
Te acuerdas de aquel tiempo...
Esas dulces memorias
siempre serán queridas para mí.
Chica, no importa lo que se haya dicho,
yo nunca olvidaré lo que tuvimos.
Te acuerdas de aquel tiempo
cuando nos conocimos por primera vez.
¿Te acuerdas de aquel tiempo.?
Te acuerdas de aquel tiempo
cuando nos conocimos por primera vez.
¿Te acuerdas de aquel tiempo.?
En el teléfono tu y yo.
Recuerda aquellos tiempos
¿te acuerdas?,¿te acuerdas? ¿te acuerdas?, ¿te acuerdas?
Recuerda aquellos tiempos
en el parque, en la playa.
Recuerda aquellos tiempos
tu y yo en España.
Recuerda aquellos tiempos
¿que dices sobre aquello?
Recuerda aquellos tiempos
en el parque
Recuerda aquellos tiempos
después de que oscureciera
Recuerda aquellos tiempos
Recuerda aquellos tiempos...
lunes, 21 de noviembre de 2011
Peor que los actos de los hombres malos es el consentimiento de estos actos por parte de los hombres buenos.
Ayer me llevé una gran decepción.
No, no fue porque ganara las elecciones el PP. Eso lo sabía desde hace mucho. Del mismo modo que sabía en el 2003 que aquel "maravilloso" pseudoauge económico en el que la gente empezaba a vivir por encima de sus posibilidades endeudándose con préstamos bancarios a 30 o 40 años para comprarse una casa o dos, un coche o dos y un largo etcétera y la creación de una burbuja inmobiliaria, iba a acabar en una crisis económica terrible.
El que el PP tenga ahora mayoría absoluta no cambia nada, no os engañéis. Ni los que pensáis que va a ser para peor ni los ilusos que piensan que va a ser para mejor.
Es un paso más que tenía que suceder y punto. Por supuesto, todo paso es bueno. Incluso el que se da hacia atrás, porque, tarde o temprano, hallará su fuerza compensatoria y el siguiente paso hacia delante será aún más fuerte.
Necesitamos que las personas más conservadoras, más necesitadas de envoltorios comerciales, menos dispuestas a ver la auténtica esencia de las cosas, es decir, la mayoría de gente que ha votado al PPSOE, despierte y se ponga al día con los que ya despertaron antes que ellos y les decían que dejaran de vivir en un sistema en el que quien los va a gobernar son los mismos, pero con diferente traje.
Cuando esa gente deje de fijarse en el traje y mire quién es quien lo lleva puesto, entonces es cuando el paso atrás empezará a compensarse.
Bueno, en tal caso, ¿qué me decepcionó?.
El que las personas que me criaron, las que me decían que tenía que discernir el bien del mal y hacer el bien por encima de toda circunstancia me dejaran con la sensación de que de donde sea que yo haya salido, no es de ellos.
No pude creerlo. No pude creer que viendo en la situación en la que está todo el mundo y que lo viven o deberían vivirlo observando el reflejo de esa situación en sus propios hijos, viviera una conversación tal que ésta:
-¿Habéis votado?-
-Sí. Al PSOE-
-Pero...¿cómo? ¿no veis la situación actual y todo lo que estamos pasando? ¿es que las manifestaciones y las explicaciones acerca de quién gobierna realmente y del fraude del bipartidismo que os he dado y que vosotros mismos corroborabais no servían de nada?-
-¿Y qué íbamos a hacer? ¿Votar al PP?-
Ahí la situación me superó. Ese pensamiento de que sólo hay dos opciones. De que votaron a unos porque la otra única elección es la otra ignorando que lo es únicamente porque existe gente que piensa (o cree pensar) exactamente eso. Ver el reflejo de la mentalidad que lleva a España a no progresar y que vivamos en un país esclavo de la banca por un sistema camuflado bajo el bipartidismo, en el que si no se vota A, hay que votar B y si no, hay que votar A y si no B, cuando lo único que se está haciendo es decir de qué color ha de ser el traje del mismo tirano que está al poder y que, año tras año, refuerza las leyes para asegurarse ese poder, recortando los derechos de un pueblo que poco le importa.
Realmente, dudo que despierten algún día.
Quizá lo que debería hacer es aceptarlo, aceptar que no despertarán y taparles con una manta mientras les canto una nana.
Me duele, la verdad. Me duele tanto como me duele que se preocupen más por un país en el que ninguno de los dos ha vivido. Únicamente mi padre hasta los 17 años que no llega más que al 9% de su vida. Que se preocupen más por el futuro de un montón de gente que no conocen y que cuya situación no pueden cambiar de ningún modo que por el futuro del país en el que viven y han vivido toda su vida, les guste o no y en el que sus nietos van a tener que vivir. El que no entiendan que ese voto, esa idea, es la misma que refuerza el sistema en contra del cual se levanta toda esa gente por la que sufren y no conocen. Y por la que sufren únicamente por haber nacido con una nacionalidad y una religión que es "la única válida". Y que esto esté muy, pero muy por encima del estado del lugar en el que ellos y su familia residen, en el que son incapaces de ver que están apoyando aquello contra lo que allí están luchando.
En lugar de eso se preocupan por defender que el diluvio universal tiene explicación científica.
Así estamos todos.
No, no fue porque ganara las elecciones el PP. Eso lo sabía desde hace mucho. Del mismo modo que sabía en el 2003 que aquel "maravilloso" pseudoauge económico en el que la gente empezaba a vivir por encima de sus posibilidades endeudándose con préstamos bancarios a 30 o 40 años para comprarse una casa o dos, un coche o dos y un largo etcétera y la creación de una burbuja inmobiliaria, iba a acabar en una crisis económica terrible.
El que el PP tenga ahora mayoría absoluta no cambia nada, no os engañéis. Ni los que pensáis que va a ser para peor ni los ilusos que piensan que va a ser para mejor.
Es un paso más que tenía que suceder y punto. Por supuesto, todo paso es bueno. Incluso el que se da hacia atrás, porque, tarde o temprano, hallará su fuerza compensatoria y el siguiente paso hacia delante será aún más fuerte.
Necesitamos que las personas más conservadoras, más necesitadas de envoltorios comerciales, menos dispuestas a ver la auténtica esencia de las cosas, es decir, la mayoría de gente que ha votado al PPSOE, despierte y se ponga al día con los que ya despertaron antes que ellos y les decían que dejaran de vivir en un sistema en el que quien los va a gobernar son los mismos, pero con diferente traje.
Cuando esa gente deje de fijarse en el traje y mire quién es quien lo lleva puesto, entonces es cuando el paso atrás empezará a compensarse.
Bueno, en tal caso, ¿qué me decepcionó?.
El que las personas que me criaron, las que me decían que tenía que discernir el bien del mal y hacer el bien por encima de toda circunstancia me dejaran con la sensación de que de donde sea que yo haya salido, no es de ellos.
No pude creerlo. No pude creer que viendo en la situación en la que está todo el mundo y que lo viven o deberían vivirlo observando el reflejo de esa situación en sus propios hijos, viviera una conversación tal que ésta:
-¿Habéis votado?-
-Sí. Al PSOE-
-Pero...¿cómo? ¿no veis la situación actual y todo lo que estamos pasando? ¿es que las manifestaciones y las explicaciones acerca de quién gobierna realmente y del fraude del bipartidismo que os he dado y que vosotros mismos corroborabais no servían de nada?-
-¿Y qué íbamos a hacer? ¿Votar al PP?-
Ahí la situación me superó. Ese pensamiento de que sólo hay dos opciones. De que votaron a unos porque la otra única elección es la otra ignorando que lo es únicamente porque existe gente que piensa (o cree pensar) exactamente eso. Ver el reflejo de la mentalidad que lleva a España a no progresar y que vivamos en un país esclavo de la banca por un sistema camuflado bajo el bipartidismo, en el que si no se vota A, hay que votar B y si no, hay que votar A y si no B, cuando lo único que se está haciendo es decir de qué color ha de ser el traje del mismo tirano que está al poder y que, año tras año, refuerza las leyes para asegurarse ese poder, recortando los derechos de un pueblo que poco le importa.
Realmente, dudo que despierten algún día.
Quizá lo que debería hacer es aceptarlo, aceptar que no despertarán y taparles con una manta mientras les canto una nana.
Me duele, la verdad. Me duele tanto como me duele que se preocupen más por un país en el que ninguno de los dos ha vivido. Únicamente mi padre hasta los 17 años que no llega más que al 9% de su vida. Que se preocupen más por el futuro de un montón de gente que no conocen y que cuya situación no pueden cambiar de ningún modo que por el futuro del país en el que viven y han vivido toda su vida, les guste o no y en el que sus nietos van a tener que vivir. El que no entiendan que ese voto, esa idea, es la misma que refuerza el sistema en contra del cual se levanta toda esa gente por la que sufren y no conocen. Y por la que sufren únicamente por haber nacido con una nacionalidad y una religión que es "la única válida". Y que esto esté muy, pero muy por encima del estado del lugar en el que ellos y su familia residen, en el que son incapaces de ver que están apoyando aquello contra lo que allí están luchando.
En lugar de eso se preocupan por defender que el diluvio universal tiene explicación científica.
Así estamos todos.
martes, 15 de noviembre de 2011
Cruce de caminos
Esto, ¡hola! ¿Queda alguien por aquí? No tengo muchos seguidores, pero me da que los pocos que había se han debido de dormir y haber largado de aquí.
Mi vida cambia demasiado rápido de objetivos. Tan rápido que se entrechocan. Empiezo el curso de doctorado y a la vez comienza el reloj biológico. Ése que dice que necesita ser mami de nuevo o se muere. Lo que habría hecho una persona sabia y no impulsiva es acabar el año que queda de tesina y haber buscado luego al bebé 2.0. Pero no. No sé en qué momento me di cuenta de que lo necesitaba más que un doctorado. De que estaba enamorada de una personita que aún no existía. Que mi niña pedía a gritos a su hermanita (o hermanito) y que ésa era la excusa ideal para esconder que yo la estaba pidiendo a gritos xD
Así que como Dany-chan vino de un "¿Tú crees que por una vez en todo el tiempo que llevamos juntos va a pasar algo?" pues pensé que en cuanto quitáramos los medios pues que me preñaría en un plis.
Qué cosas. Pues esto no es muy matemático, no. La media de quedarse embarazadas las parejas fértiles está en un año y yo que llevo un mes ya estoy desesperada. 25% de posibilidades cada mes según la OMS. Eso en parejas que están perfectamente fértiles.
Y yo que soy de buscar test de embarazo por toda la red que lo detecten prontísimamente y de hacermelos al día siguiente de... *cof* tengo una ansiedad que no puede ser.
Y, claro, como tuve una infección respiratoria allá en octubre, se me pasó el periodo de matrícula y veo eso como una señal de que he de aplazar el curso. Pero hasta entonces...¿qué hago? Me jode tanto dejar plantado a mi director, pero algo me tira hacia atrás y no puedo volver...
Bueno, pues ya que estás en casa, dibuja (me digo).
Quizá acabe teniendo material suficiente para volver a enviar a editoriales.
Y de repente me quedo congelada frente al Photoshop. Cawenlamar.
Bueno, pues escribe, tenía un proyecto muy chulo. Ni lo intento.
Estoy en medio de tantas direcciones que no puedo seguir ninguna.
Al menos lo del bebé sí que funciona conmigo. Ahí me espabilo todo y más. Tengo en casa como 75 test de ovulación y 30 de embarazo ultrasensibles, he consultado a 5 ginecólogos online y tengo cita con tres distintos. He convertido a mi chico en un esclavo sexual (aunque parece gustarle, todo sea dicho xD). Me siento como la tía de Species T__T
Pero es tan extraño todo lo demás. Quiero, quiero hacerlo. Pero algo me retiene. ¿Qué es?
¿Demasiados objetivos? Necesito dirigir mi energía a un sitio únicamente. ¡Pero elige el sitio!
El gato de Cheshire diría algo como "Si no sabes por donde ir, entonces poco importa por donde vayas".
Y lo peor es que tendría razón, pero seguiría sin saber qué camino tomar. Pero como el sabio gato diría, si poco importa, ¿no debería coger una moneda y dejárselo al azar?
Además, hay un hecho irrefutable para saber lo que queremos y es decidir dejarlo al azar. Porque en el momento de lanzar la moneda, justo en ese momento, sabemos con toda certeza lo que no queremos que salga. Y ahí es cuando nos damos cuenta de lo que queremos.
Mi vida cambia demasiado rápido de objetivos. Tan rápido que se entrechocan. Empiezo el curso de doctorado y a la vez comienza el reloj biológico. Ése que dice que necesita ser mami de nuevo o se muere. Lo que habría hecho una persona sabia y no impulsiva es acabar el año que queda de tesina y haber buscado luego al bebé 2.0. Pero no. No sé en qué momento me di cuenta de que lo necesitaba más que un doctorado. De que estaba enamorada de una personita que aún no existía. Que mi niña pedía a gritos a su hermanita (o hermanito) y que ésa era la excusa ideal para esconder que yo la estaba pidiendo a gritos xD
Así que como Dany-chan vino de un "¿Tú crees que por una vez en todo el tiempo que llevamos juntos va a pasar algo?" pues pensé que en cuanto quitáramos los medios pues que me preñaría en un plis.
Qué cosas. Pues esto no es muy matemático, no. La media de quedarse embarazadas las parejas fértiles está en un año y yo que llevo un mes ya estoy desesperada. 25% de posibilidades cada mes según la OMS. Eso en parejas que están perfectamente fértiles.
Y yo que soy de buscar test de embarazo por toda la red que lo detecten prontísimamente y de hacermelos al día siguiente de... *cof* tengo una ansiedad que no puede ser.
Y, claro, como tuve una infección respiratoria allá en octubre, se me pasó el periodo de matrícula y veo eso como una señal de que he de aplazar el curso. Pero hasta entonces...¿qué hago? Me jode tanto dejar plantado a mi director, pero algo me tira hacia atrás y no puedo volver...
Bueno, pues ya que estás en casa, dibuja (me digo).
Quizá acabe teniendo material suficiente para volver a enviar a editoriales.
Y de repente me quedo congelada frente al Photoshop. Cawenlamar.
Bueno, pues escribe, tenía un proyecto muy chulo. Ni lo intento.
Estoy en medio de tantas direcciones que no puedo seguir ninguna.
Al menos lo del bebé sí que funciona conmigo. Ahí me espabilo todo y más. Tengo en casa como 75 test de ovulación y 30 de embarazo ultrasensibles, he consultado a 5 ginecólogos online y tengo cita con tres distintos. He convertido a mi chico en un esclavo sexual (aunque parece gustarle, todo sea dicho xD). Me siento como la tía de Species T__T
Pero es tan extraño todo lo demás. Quiero, quiero hacerlo. Pero algo me retiene. ¿Qué es?
¿Demasiados objetivos? Necesito dirigir mi energía a un sitio únicamente. ¡Pero elige el sitio!
El gato de Cheshire diría algo como "Si no sabes por donde ir, entonces poco importa por donde vayas".
Y lo peor es que tendría razón, pero seguiría sin saber qué camino tomar. Pero como el sabio gato diría, si poco importa, ¿no debería coger una moneda y dejárselo al azar?
Además, hay un hecho irrefutable para saber lo que queremos y es decidir dejarlo al azar. Porque en el momento de lanzar la moneda, justo en ese momento, sabemos con toda certeza lo que no queremos que salga. Y ahí es cuando nos damos cuenta de lo que queremos.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Amor y dolor
¿Qué sentido tiene hacer nada si es sin ti?. ¿Qué vida es aquélla en la que hemos de vivir separados? No quiero echarte de menos y verte dos horas por la noche. No quiero encender la tele. Porque no tiene sentido verla sin ti. No quiero hacer nada si no puedo compartirlo contigo. ¿Es así como el sistema rompe y tortura a las familias? ¿Haciendo que para subsistir no puedan ni verse?
Te quiero. Tanto como para amar cada segundo de los miles que en un día juntos pasamos. Las veces que te escuche reír al día siempre serán pocas. Prefiero permanecer despierta para observarte mientras duermes porque mañana no sé cuándo te veré. Probablemente cuando quede poco para dejar de verte. Y así ¿hasta cuándo?
Te echo de menos. Me rompo sin ti.
Me siento nada si no estás para abrazarme. Ojalá pudiera despertarte y decirte que me abraces para que deje de llorar. Pero no puedo ser tan egoísta. Has de descansar. Porque mañana tienes que trabajar.
Tienes que estar diez horas lejos y agotarte. Porque alguien dijo que no se podía vivir de otra manera.
En septiembre todo eso acabará ¿verdad?. Y empezará el verdadero trabajo que tanto tú como yo hemos esperado para realizarnos. Y ese trabajo nos dejará estar juntos. Dejará que no te eche de menos.
Te quiero tanto...
A ti y a este ángel al que dimos vida con nuestro amor.
Sois mis escaleras al paraíso.
Mi corazón siempre te amará y acompañará al tuyo eternamente (no sé escribirlo en élfico ni sé si era ésta frase la que me escribiste xD)
T.T.R.O.T. :P
Te quiero. Tanto como para amar cada segundo de los miles que en un día juntos pasamos. Las veces que te escuche reír al día siempre serán pocas. Prefiero permanecer despierta para observarte mientras duermes porque mañana no sé cuándo te veré. Probablemente cuando quede poco para dejar de verte. Y así ¿hasta cuándo?
Te echo de menos. Me rompo sin ti.
Me siento nada si no estás para abrazarme. Ojalá pudiera despertarte y decirte que me abraces para que deje de llorar. Pero no puedo ser tan egoísta. Has de descansar. Porque mañana tienes que trabajar.
Tienes que estar diez horas lejos y agotarte. Porque alguien dijo que no se podía vivir de otra manera.
En septiembre todo eso acabará ¿verdad?. Y empezará el verdadero trabajo que tanto tú como yo hemos esperado para realizarnos. Y ese trabajo nos dejará estar juntos. Dejará que no te eche de menos.
Te quiero tanto...
A ti y a este ángel al que dimos vida con nuestro amor.
Sois mis escaleras al paraíso.
Mi corazón siempre te amará y acompañará al tuyo eternamente (no sé escribirlo en élfico ni sé si era ésta frase la que me escribiste xD)
T.T.R.O.T. :P
martes, 12 de julio de 2011
Theology and Civilization
Demasiadas cosas en mi cabeza se amontonan, sobreponen y disrumpen mi capacidad de ordenarlas y recordarlas, olvidando todo lo que no puedo recordar y esforzándome en recordar lo que no he de olvidar. Aún así se ve que piensan que tengo un enorme espacio en mi mente que requiere ser rellenado con reproches por no admitir "la verdad absoluta".
Si supierais cuántas desconexiones neuronales he de realizar para que lo que me decíais y habéis estado diciéndome y haciéndome no me atormente y me deje fluir en una normalidad que ya asumo que, en mi caso, es utópica, comprenderíais finalmente que no es que me hayáis hecho un daño del que estoy sufriendo las consecuencias, es que todavía me lo estáis haciendo. Pero como no puedo decíroslo, me lo digo a mí misma. No soportáis la culpa de los errores que no asumís. A pesar del "Perdónanos lo que hayamos hecho mal" sólo hay un "Hemos cometido errores, pobres de nosotros a quienes juzgas tan cruelmente como para atribuir a estos errores tu cambio de vida y mente. Ya lo hemos reconocido. Ahora, a cambio, vuelve a ser como eras. Como te construimos, como te modelamos, a base de que tu propia conciencia nos relevara en nuestra ausencia para que así te atormentases cuando nosotros no estuviéramos ahí para hacerlo".
Conozco el paso que no habéis dado antes de que lo deis. Sé qué intención exacta se halla detrás de cada una de vuestras palabras. Vivís en mí, os encargasteis de colocar un control en mi cerebro y mi alma. Pero no tuvisteis en cuenta que esto, a pesar de que me destruiría, a su vez me otorgaba el poder de conocer a fondo toda intención y pensamiento detrás de cada gesto, de cada comentario, de cada acto que lleváis acabo. No importa cuánto repitáis lo mismo reciclando palabras o rescatando discursos ajenos que aparentan ser más brillantes que los cotidianos: conozco el mensaje.
No creo, SÉ que creéis que soy mucho menos inteligente de lo que soy. Lo que viene a ser lo mismo que que penséis que me considero más inteligente de lo que soy, confirmando mi teoría con esta segunda afirmación que viene a ser lo mismo que lo dicho por mí antes, con la única diferencia de haber cambiado las referencias desde las que se opina lo mismo sobre la misma cosa.
Sé que toda una vida dedicada al aprendizaje de lo que para vosotros es lo único válido no es tiempo suficiente como para poder emitir una opinión que no sea la de admitir la única e invariable realidad que encaja en vuestras miras, cuando la realidad actual se reduce a que no sois capaces de concebir que yo no acepte lo que siempre me dabais como única opción.
Me he permitido salir de una jaula en la que nunca me poníais puertas.
Y tenéis que vivir con ello.
Es el precio que tenéis que pagar por haberos encerrado en una concepción vital tan cerrada, en una eterna dicotomía que sólo lleva de una cara de la moneda a la otra. Blanco o negro, bueno o malo. Si queréis dejar de sufrir, tendréis que abrir puertas que no queréis, admitir preguntas que conllevan respuestas que no os podéis permitir. Si no lo hacéis, no es mi culpa que yo sí haya decidido hacerlo: así que dejad, pues, de cargarme con vuestra incapacidad para asimilar la vida. La incapacidad para comprenderla, para vivirla tal cual es. Simple y sórdida. Pero valiosa.
Vuestra incapacidad para madurar al niño interior que sufre la necesidad de que reconozcan su queja del "no es justo". De que castiguen a los niños que le han pegado y a él le den un aplauso.
La maduración consiste en decirle a ese niño que no, no es justo y que no tiene porqué serlo. Es lo que es.
En cierto concepto colectivo de la humanidad, concepto reflejo de los grandes rasgos de todo individuo, habéis decidido morar en un juego colectivo, que muchos decidieron perpetuar porque querían que existiera, porque no aceptaban el aburrimiento que acechaba cuando no había juego. Pero, el colectivo que juega, aún anclado a una etapa pueril de su desarrollo, incapaz de admitir que las fantasías colectivas no son reales, se convierte en pequeños tiranos que amordazan a los adultos que no quieren jugar. No importa que los adultos sí les dejen jugar: no pueden permitir que los adultos no jueguen. Todo el mundo tiene que jugar. Sin juego ¿qué quedaría? Tan sólo la cruda realidad.
Y si no juegan los que han decidido que ya no le encuentran sentido a hacerlo, dejan la realidad más a la vista. Y entonces es cuando los niños más necesitan su juego, más necesitan sus dulces engaños porque el que haya gente que no juegue les recuerda que sólo es un juego. Por eso tiranizan y torturan a quienes no se les une. Ése es el juego colectivo de los niños malvados. Del colectivo humano que aún se halla en una fase infantil e inmadura y que, además viven su inmadurez de manera enferma, intolerante e invasiva.
Luego están los niños buenos. Juegan y no entienden a quienes no quieren jugar, porque jugar es mejor. Porque su juego para ellos es más real que la propia realidad. ¿Por qué? Porque en su juego hay justicia, hay control de lo que no se puede controlar, hay seguridad, hay respuestas a preguntas que no están hechas para ser respondidas y, como niños que son, son incapaces de aceptar que hayan preguntas sin respuesta.
Necesitan una gran figura paternal/maternal, una figura que siempre les proteja, que siempre tenga razón, que lo sepa todo, que siempre esté ahí. No pueden independizarse, son sólo niños, personitas que no pueden concebir el ser huérfanos y que sin su juego, sin su figura paternal/maternal, no podrían verse a sí mismos como adultos, sino como niños cojos.
La vida de adultos les causa dolor. Prefieren, no: necesitan jugar. Necesitan jugar más que respirar. Más que su propia vida. ¿Qué sería su vida si admitieran que todo lo que tienen son las normas de un juego que alguien dictó y que la importancia de este juego se debe a que haya otros como ellos jugando al mismo juego con las mismas normas? (que a su vez basan la validez del juego en lo mismo: el que haya más niños que juegan exactamente igual, llegando a jugar por la inercia de los que juegan por exactamente la misma inercia, generando una causa sin origen, un comportamiento sin motivo).
Cuantos más jugadores, más visible y creíble es el juego a los ojos de un niño. Pero para el adulto no. El adulto analiza el juego y enseguida observa la inconsistencia de la que se sustenta dicho juego. Sabe que no es más real porque haya más niños jugando. Sabe que no es real porque las leyes que lo rigen no responden al sentido común, no responden a la lógica. Sólo responden a las necesidades emocionales de un niño y que podrían ser tomadas por adultos como juegos inofensivos que eventualmente pueden ayudar a sanar las emociones heridas, pero que, como adultos, les es inconcebible actuar en la vida real en base a un juego de niños.
Aquí podríamos situar al colectivo en la fase de adulto joven. El colectivo que ha madurado pero que necesita de su niñez puntualmente para disipar una realidad que aún le sobrepasa.
Y luego está el colectivo adulto. Ya ha superado incluso la inmadurez del adulto joven. Ha alcanzado la estabilidad. Sabe lo que quiere, sabe lo que hay que cambiar. Sabe que los vestigios que los niños han ido dejando en el mundo que le toca vivir son incómodos baches que dificultan su avance, su desarrollo, su paz. Que los niños tienen que madurar, pero que esto sólo lo pueden hacer con el tiempo. Que aún necesitan generaciones para avanzar. El colectivo adulto es tolerante, cívico, cálido, reflexivo y su crisol es el sentido común. Para este colectivo, no existen las razas, las fronteras, las normas sin carácter flexible, lógico o necesario. Son enemigos de lo asentado porque sí y no buscan la justicia en un juego con normas inamovibles y establecidas, intentan ser ellos quienes aporten la justicia más lógica, adaptable y la más sabia, aprendida a lo largo de sus previas fases madurativas. Pero los colectivos en fase niño, adolescente y raras facciones de adultos jóvenes les cortan las alas.
No importa. Es evolución. Es escaso el colectivo adulto. Tal vez sea el siguiente eslabón. Tal vez, el siguiente paso que ha de dar la humanidad. Y que poco a poco surgirá como colectivo cada vez mayor.
Si supierais cuántas desconexiones neuronales he de realizar para que lo que me decíais y habéis estado diciéndome y haciéndome no me atormente y me deje fluir en una normalidad que ya asumo que, en mi caso, es utópica, comprenderíais finalmente que no es que me hayáis hecho un daño del que estoy sufriendo las consecuencias, es que todavía me lo estáis haciendo. Pero como no puedo decíroslo, me lo digo a mí misma. No soportáis la culpa de los errores que no asumís. A pesar del "Perdónanos lo que hayamos hecho mal" sólo hay un "Hemos cometido errores, pobres de nosotros a quienes juzgas tan cruelmente como para atribuir a estos errores tu cambio de vida y mente. Ya lo hemos reconocido. Ahora, a cambio, vuelve a ser como eras. Como te construimos, como te modelamos, a base de que tu propia conciencia nos relevara en nuestra ausencia para que así te atormentases cuando nosotros no estuviéramos ahí para hacerlo".
Conozco el paso que no habéis dado antes de que lo deis. Sé qué intención exacta se halla detrás de cada una de vuestras palabras. Vivís en mí, os encargasteis de colocar un control en mi cerebro y mi alma. Pero no tuvisteis en cuenta que esto, a pesar de que me destruiría, a su vez me otorgaba el poder de conocer a fondo toda intención y pensamiento detrás de cada gesto, de cada comentario, de cada acto que lleváis acabo. No importa cuánto repitáis lo mismo reciclando palabras o rescatando discursos ajenos que aparentan ser más brillantes que los cotidianos: conozco el mensaje.
No creo, SÉ que creéis que soy mucho menos inteligente de lo que soy. Lo que viene a ser lo mismo que que penséis que me considero más inteligente de lo que soy, confirmando mi teoría con esta segunda afirmación que viene a ser lo mismo que lo dicho por mí antes, con la única diferencia de haber cambiado las referencias desde las que se opina lo mismo sobre la misma cosa.
Sé que toda una vida dedicada al aprendizaje de lo que para vosotros es lo único válido no es tiempo suficiente como para poder emitir una opinión que no sea la de admitir la única e invariable realidad que encaja en vuestras miras, cuando la realidad actual se reduce a que no sois capaces de concebir que yo no acepte lo que siempre me dabais como única opción.
Me he permitido salir de una jaula en la que nunca me poníais puertas.
Y tenéis que vivir con ello.
Es el precio que tenéis que pagar por haberos encerrado en una concepción vital tan cerrada, en una eterna dicotomía que sólo lleva de una cara de la moneda a la otra. Blanco o negro, bueno o malo. Si queréis dejar de sufrir, tendréis que abrir puertas que no queréis, admitir preguntas que conllevan respuestas que no os podéis permitir. Si no lo hacéis, no es mi culpa que yo sí haya decidido hacerlo: así que dejad, pues, de cargarme con vuestra incapacidad para asimilar la vida. La incapacidad para comprenderla, para vivirla tal cual es. Simple y sórdida. Pero valiosa.
Vuestra incapacidad para madurar al niño interior que sufre la necesidad de que reconozcan su queja del "no es justo". De que castiguen a los niños que le han pegado y a él le den un aplauso.
La maduración consiste en decirle a ese niño que no, no es justo y que no tiene porqué serlo. Es lo que es.
En cierto concepto colectivo de la humanidad, concepto reflejo de los grandes rasgos de todo individuo, habéis decidido morar en un juego colectivo, que muchos decidieron perpetuar porque querían que existiera, porque no aceptaban el aburrimiento que acechaba cuando no había juego. Pero, el colectivo que juega, aún anclado a una etapa pueril de su desarrollo, incapaz de admitir que las fantasías colectivas no son reales, se convierte en pequeños tiranos que amordazan a los adultos que no quieren jugar. No importa que los adultos sí les dejen jugar: no pueden permitir que los adultos no jueguen. Todo el mundo tiene que jugar. Sin juego ¿qué quedaría? Tan sólo la cruda realidad.
Y si no juegan los que han decidido que ya no le encuentran sentido a hacerlo, dejan la realidad más a la vista. Y entonces es cuando los niños más necesitan su juego, más necesitan sus dulces engaños porque el que haya gente que no juegue les recuerda que sólo es un juego. Por eso tiranizan y torturan a quienes no se les une. Ése es el juego colectivo de los niños malvados. Del colectivo humano que aún se halla en una fase infantil e inmadura y que, además viven su inmadurez de manera enferma, intolerante e invasiva.
Luego están los niños buenos. Juegan y no entienden a quienes no quieren jugar, porque jugar es mejor. Porque su juego para ellos es más real que la propia realidad. ¿Por qué? Porque en su juego hay justicia, hay control de lo que no se puede controlar, hay seguridad, hay respuestas a preguntas que no están hechas para ser respondidas y, como niños que son, son incapaces de aceptar que hayan preguntas sin respuesta.
Necesitan una gran figura paternal/maternal, una figura que siempre les proteja, que siempre tenga razón, que lo sepa todo, que siempre esté ahí. No pueden independizarse, son sólo niños, personitas que no pueden concebir el ser huérfanos y que sin su juego, sin su figura paternal/maternal, no podrían verse a sí mismos como adultos, sino como niños cojos.
La vida de adultos les causa dolor. Prefieren, no: necesitan jugar. Necesitan jugar más que respirar. Más que su propia vida. ¿Qué sería su vida si admitieran que todo lo que tienen son las normas de un juego que alguien dictó y que la importancia de este juego se debe a que haya otros como ellos jugando al mismo juego con las mismas normas? (que a su vez basan la validez del juego en lo mismo: el que haya más niños que juegan exactamente igual, llegando a jugar por la inercia de los que juegan por exactamente la misma inercia, generando una causa sin origen, un comportamiento sin motivo).
Cuantos más jugadores, más visible y creíble es el juego a los ojos de un niño. Pero para el adulto no. El adulto analiza el juego y enseguida observa la inconsistencia de la que se sustenta dicho juego. Sabe que no es más real porque haya más niños jugando. Sabe que no es real porque las leyes que lo rigen no responden al sentido común, no responden a la lógica. Sólo responden a las necesidades emocionales de un niño y que podrían ser tomadas por adultos como juegos inofensivos que eventualmente pueden ayudar a sanar las emociones heridas, pero que, como adultos, les es inconcebible actuar en la vida real en base a un juego de niños.
Aquí podríamos situar al colectivo en la fase de adulto joven. El colectivo que ha madurado pero que necesita de su niñez puntualmente para disipar una realidad que aún le sobrepasa.
Y luego está el colectivo adulto. Ya ha superado incluso la inmadurez del adulto joven. Ha alcanzado la estabilidad. Sabe lo que quiere, sabe lo que hay que cambiar. Sabe que los vestigios que los niños han ido dejando en el mundo que le toca vivir son incómodos baches que dificultan su avance, su desarrollo, su paz. Que los niños tienen que madurar, pero que esto sólo lo pueden hacer con el tiempo. Que aún necesitan generaciones para avanzar. El colectivo adulto es tolerante, cívico, cálido, reflexivo y su crisol es el sentido común. Para este colectivo, no existen las razas, las fronteras, las normas sin carácter flexible, lógico o necesario. Son enemigos de lo asentado porque sí y no buscan la justicia en un juego con normas inamovibles y establecidas, intentan ser ellos quienes aporten la justicia más lógica, adaptable y la más sabia, aprendida a lo largo de sus previas fases madurativas. Pero los colectivos en fase niño, adolescente y raras facciones de adultos jóvenes les cortan las alas.
No importa. Es evolución. Es escaso el colectivo adulto. Tal vez sea el siguiente eslabón. Tal vez, el siguiente paso que ha de dar la humanidad. Y que poco a poco surgirá como colectivo cada vez mayor.
sábado, 16 de abril de 2011
Azúcar, sueños y caramelo
Dónde sinó querría vivir alguien que allí dónde dulzura y sueños moran.
Aquí estoy. Con mi pijama de Hamtaros rosa, cuco y tan hogareño...
Con mi cigarro recién liado y mi Coca-Cola Light y sin cafeína bien fría.
Reposando mis pies en el suelo de madera cerezo y frente a un enorme televisor apagado.
Recuerdo quién era. No hace mucho. Cuando creía conocerme, cuando tenía todo más o menos bajo control.
Pero no sé por qué ni qué inició mi camino a la pérdida de mi identidad, la pérdida de la férrea seguridad sobre quién soy.
Hace mucho que comenzó esta crisis de identidad y no con pocas secuelas que han dejado tras de sí sucesos que demasiada gente sabe.
Sé cuándo comenzó. Y es muy posible que sepa el qué lo desencadenó.
No obstante, siempre tenía un blog muy personal en donde recordar quién era cuando veía venir posibles extravíos. Pero ahora está Facebook. Tan impersonal, tan diluido.
Y estas necesarias proyecciones de nuestro hogar interior quedan reducidas a rellenar etiquetas ya escritas.
No es del Facebook de lo que quiero hablar, no obstante.
Es de unos cambios que han hecho que me dé cuenta de que o no soy quien creía ser o que no me conocía.
Las personas que me han conocido durante este cambio o crisis de identidad o vuelta a una inmadurez que tenía que madurar, no han acabado con una buena idea de mí.
La inestabilidad que irradiaba les ha atropellado.
Pero por otro lado, no sé cómo se supone que tenía que haber reaccionado ante algunas acciones.
¿Cómo se supone que se ha de reaccionar cuando alguien a quien considerabas amig@ va diciendo cosas horribles de ti? ¿Merece que hables con él/ella cuando no se ha dignado a decirte eso mismo a la cara y en su lugar decirlo por ahí?
Cómo no voy a estar triste si ahora todo ese amor es odio.
Tal vez debiera volver a mi camino y no volver a desviarme para pensar en lo que se fue.
Pero a quiénes dejé: ¿Cómo habríais reaccionado en mi lugar? ¿Os consideráis mejores que yo?
¿No os habríais sentido dolidos, traicionados?
Soy lo suficientemente valiente como para hacerme autocríticas. Algunas incluso realmente crueles.
¿Vosotros os las hacéis? ¿O simplemente dais por válidos todos vuestros errores y no los vislumbráis como tales? O, simplemente, ¿los ignoráis?
A fin de cuentas, la vida sólo ha seguido su curso y está donde debe estar.
Si los buenos días juntos no hubieran acabado, no habrían sido buenos días.
Aquí estoy. Con mi pijama de Hamtaros rosa, cuco y tan hogareño...
Con mi cigarro recién liado y mi Coca-Cola Light y sin cafeína bien fría.
Reposando mis pies en el suelo de madera cerezo y frente a un enorme televisor apagado.
Recuerdo quién era. No hace mucho. Cuando creía conocerme, cuando tenía todo más o menos bajo control.
Pero no sé por qué ni qué inició mi camino a la pérdida de mi identidad, la pérdida de la férrea seguridad sobre quién soy.
Hace mucho que comenzó esta crisis de identidad y no con pocas secuelas que han dejado tras de sí sucesos que demasiada gente sabe.
Sé cuándo comenzó. Y es muy posible que sepa el qué lo desencadenó.
No obstante, siempre tenía un blog muy personal en donde recordar quién era cuando veía venir posibles extravíos. Pero ahora está Facebook. Tan impersonal, tan diluido.
Y estas necesarias proyecciones de nuestro hogar interior quedan reducidas a rellenar etiquetas ya escritas.
No es del Facebook de lo que quiero hablar, no obstante.
Es de unos cambios que han hecho que me dé cuenta de que o no soy quien creía ser o que no me conocía.
Las personas que me han conocido durante este cambio o crisis de identidad o vuelta a una inmadurez que tenía que madurar, no han acabado con una buena idea de mí.
La inestabilidad que irradiaba les ha atropellado.
Pero por otro lado, no sé cómo se supone que tenía que haber reaccionado ante algunas acciones.
¿Cómo se supone que se ha de reaccionar cuando alguien a quien considerabas amig@ va diciendo cosas horribles de ti? ¿Merece que hables con él/ella cuando no se ha dignado a decirte eso mismo a la cara y en su lugar decirlo por ahí?
Cómo no voy a estar triste si ahora todo ese amor es odio.
Tal vez debiera volver a mi camino y no volver a desviarme para pensar en lo que se fue.
Pero a quiénes dejé: ¿Cómo habríais reaccionado en mi lugar? ¿Os consideráis mejores que yo?
¿No os habríais sentido dolidos, traicionados?
Soy lo suficientemente valiente como para hacerme autocríticas. Algunas incluso realmente crueles.
¿Vosotros os las hacéis? ¿O simplemente dais por válidos todos vuestros errores y no los vislumbráis como tales? O, simplemente, ¿los ignoráis?
A fin de cuentas, la vida sólo ha seguido su curso y está donde debe estar.
Si los buenos días juntos no hubieran acabado, no habrían sido buenos días.
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