Alicia se adentró de nuevo en el país de las maravillas. Maravillas por el incontable número de cosas indescriptibles e increíbles que lo poblaban. Pero los guardias de la Reina de Corazones le cerraron el paso.
-No voy a echarme atrás. Decidle a esa megalomaníaca que no destruirá mi mundo, no me destruirá.-
La sonrisa sin gato se esbozó antes sus ojos.
-Buen paso. Pero no pierdas de vista las fichas que no se ven.-
-Gato de Cheshire, he ido cediéndole terreno, lo sé, pero eso se acabó.-
-Conoces este lugar y siempre te pierdes en él. Nunca has visto lo que no se ve y, sólo a veces, ves lo que sólo tú puedes ver. Su debilidad es tu fuerza, pero tu fuerza no es su debilidad.-
-¿Alguna vez dices cosas con sentido?-
-¿Es sentido lo que buscas?.-
Alicia empezaba a impacientarse.
-No busques lo que no vas a encontrar.- reprendió el gato.
-Pero, si no lo busco, no lo encontraré y así nunca llegaré a ningún sitio-
-Eso es aún más difícil. Llegar a cualquier sitio. Aunque corrieras el doble de lo que has de correr para permanecer en el mismo sitio, seguirías sin llegar a ningún sitio-
Alicia resopló.-Deduzco que esto va a ser complicado-se dijo para sus adentros.
-Alguien que bebe de una botella sólo porque pone "bébeme" debería plantearse que su estrategia es, como poco, para echarse a reir- dijo mientras su cuerpo aparecía gradualmente y se columpiaba de una rama como si fuera un mono- Por no hablar de alguien que se obsesiona con un sombrerero loco-
Alicia ya había alcanzado los límites de su paciencia. Si había algo que no soportaba era que le echaran en cara eso.
-Te esfuerzas en ser más fuerte, pero no en hacerla más débil.- volvió a musitar mientras seguía colgado haciendo malabarismos con su cola.
-Y, ¿cómo puedo hacerla más débil?-
El gato de Cheshire paró sus malabarismos y se recostó mirándola fijamente como si hubiera estado deseando que Alicia le hiciera esa pregunta.- La conoces. Tanto como te conoces. Si no sabes cómo debilitarla, es porque no te conoces como crees. Aprende de tus debilidades y sabrás cómo vencerla-
Y, al igual que la inspiración, el gato desapareció con su sonrisa que volvía a convertirse en una media luna en el cielo estrellado.
-Tiene que tener razón- se dijo Alicia para sus adentros- Tan sólo he de entenderlo.
lunes, 26 de abril de 2010
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lindo el grabado de el pie de pagina , y todos los dialogos parecen koans zen ,je que loco ese Lewis Carrol,por que tambien era matemàtico y en algun punto los koan y las mates se juntan por que te hacen pensar de forma abstracta como diria algun loco iniciado en artes arcanas una obra de poder (= jeje saludos Maryam
ResponderEliminarUhmm, en realidad, los dialogos son míos. Es la segunda parte de Alicia, por así decirlo, inspirándome con el espíritu de Lewis Carrol ;)
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