viernes, 4 de diciembre de 2009

La Senda del Tiempo


¡Hoy es mi cumple!¡Cumplo 31 años! ¡Sí! Y lo suelto sin resquemor, qué narices. ¿Qué más da lo que ponga en el DNI?. Para demostrarlo, he puesto una foto de hace 14 años. La foto de la izquierda es del verano en que  tenía 17 años (no, no es de Woodstock ¬¬). La de la derecha es actual.
Hoy tengo la autoestima alta. ¿Por qué no?. Veamos, en ese entonces aún no había empezado la carrera. Dibujaba, pero no sabía encauzar esa habilidad (aparte de que no me dejaban "¡¡Tú no vas a ser dibujante!!") más allá de un hobbie.
Iba detrás de un chaval que, aunque le gustaba, no me pedía salir ni quedaba conmigo, así que, entonces, yo vivía con la sensación de constante desamor. De hecho, en esa foto, ni siquiera había empezado la universidad, con lo que ¡aún no había pisado una clase mixta! xDDDD Qué triste. Claro, así no había quién tuviera novio :P (agradecimientos a mis padres por buscarme siempre colegios sólo de chicas y mantenerme bien alejada del sexo opuesto, cosa que consiguieron, al menos por el tiempo en el que podían tener influencia absoluta sobre mí).
Recuerdo que el vestido rosa que llevo en la foto era criticado por mi madre porque según ella era "demasiado escotado" y siempre me lo andaba subiendo hasta la garganta -.-
Pesaba lo mismo que ahora más o menos, aunque medía 4 cm menos xD
Había probado el tabaco el año anterior, pero lo dejé hasta ese verano, que fue cuando empecé a fumar. Es decir, en la foto llevaba un mes de fumadora habitual.
Aún no había descubierto internet, si bien lo haría un año y medio después de esa foto.
Tenía una amiga sin personalidad y otra que anulaba la mía minándome la autoestima.
Me había puesto el tinte pelirrojo por primera vez, apesar de la indignación de mis padres.
Mi hogar se limitaba a mi habitación, dónde disponía de blocks para dibujar y escribir, cosa que hacía constantemente, y de la sala de estar cuando podía ir sola y poner en el VHS lo que me apeteciera. Entonces seguía de series: una que se llamaba "Weird Science" (traducida aquí como "Una chica explosiva", vamos, traducción literal xD) y una australiana dónde cambiaban los actores cada semana. Se llamaba "Los rompecorazones" aunque ni era su título original, ni le pegaba a la serie. También andaba enganchada a "Lois y Clark, las aventuras de Superman" y me identificaba con la solitaria Lois que describía la serie, aunque mi identificación se fué como una patada en el estómago cuando el "buenorro" que hacía de Clark y ella se liaban xDDD
No me dejaban salir de noche (conseguía dos veces al año menos en el pueblo en agosto que tenía toque de queda a  las 12). Vamos, no sabía lo que era "elegir vivir mi propia vida". Vale que si eres menor, mujer en una familia de corte machista, hija única y dependes de tus padres que, encima son sobreprotectores y muy muy muy poco permisivos, no tienes otra elección que no elegir.
La libertad absoluta no existe porque no puedes elegir en todos los parámetros de tu propia vida, ya que hay cosas que no puedes cambiar a voluntad. No puedo irme a vivir a Noruega cuando me apetece y cuando me canse volver aquí o irme a Nueva York y cuando me harte volver a Noruega. Ni puedo elegir ser millonaria y famosa y vivir de fiesta en fiesta hasta que me canse y decida dejar de serlo para tener una vida tranquila.
Pero tengo la vida que quiero o me gusta la vida que tengo. Un sueño de marido hecho realidad a mi lado, una bendición de niña, que ni en mis propios sueños podría ser más linda (aunque sea un bicho pesado a veces, pero despertarse con sus abrazos es saborear la felicidad), la casa que siempre quise tener, amigos con los que pasarlo bien y que me apoyan en los momentos que los necesito y a quiénes apoyar cuándo me necesitan, una carrera de dibujante y escritora que acaba de empezar a nivel mundial y una carrera que me proporciona dinero para poder empezar en ésa otra carrera.
Elijo el aspecto que deseo tener, lo que quiero ponerme, cómo quiero llevar el pelo o de qué color (hasta el de los ojos xD)  lo que quiero o no comer, las escapadas que deseo hacer y, aunque los impulsos de hacer locuras ya no son los de antes, ahora están más equilibrados con la realidad. Puedo coger un día el coche e irme a dónde quiera a hacer lo que quiera y, si lo hiciera, elegiría coger a las dos personas que más quiero e irme a pasar unos días a cualquier sitio alejados del mundanal ruido. Soy una nómada sedentaria. Porque puedo elegir. Porque he elegido. Porque elegiré.
Y, encima me veo más guapa que nunca. Más mujer. Menos niña. Más sensual. Más inteligente. Como si, finalmente, hubiera acabado la adolescencia. Por eso digo, ¿qué más da lo que diga el carnet?. O tal vez, esté empezando una nueva evolución generacional. Todos sabemos que hace siglos, mi edad e incluso la veintena, era considerada casi el final de la vida. Que una persona de cuarenta años ya era alguien que había superado la esperanza de vida. En la generación de mis abuelos e incluso padres, a los 35 comenzaba la edad de riesgo para que las mujeres tuvieran hijos. Ahora poca gente los tiene antes de los 30 e incluso 30 y pico. Con lo que los 35 pasa de ser edad de riesgo en maternidad a edad media de maternidad que se ha incrementado hasta los 40 y un largo pico. Y la edad de independización pasa de ser los 17 en el caso de la generación de mis abuelos a la media de 30 de ahora.
Tal vez, yo forme parte del siguiente escalafón evolutivo, en el que los 30 actuales equivalgan a los 20. Por eso, a lo mejor, mi aspecto es el que es y mi sensación de haber terminado la adolescencia sea tan inminente xD
Pues, que viva la generación X.


Y, así, que pasen 14 años más ;)