lunes, 1 de marzo de 2010

Qué dura es la vida

 Scars, ¿futuro o utopía? (Es que sonaba bien xD)

Pues sí, es dura. Y me digo irónicamente a mí misma: bienvenida. No lo acabo de descubrir ahora, no. Pero bueno, si hemos llegado hasta aquí, no voy a rendirme a mitad del camino, ¿no?. Sería una tontería. Como una sonrisa sin gato, por ejemplo. Lo normal es un gato sin sonrisa. Cosas así, vamos, creo que se ha captado la idea.
Que sí, que la vida es jodida, que el pu** FMI nos ha jodido bien y que salir adelante es casi un milagro.
Da igual que tengas tres carreras o que seas extraordinariamente listo o que, yo qué sé, o que estés dispuesto a rendir en el curro al máximo que dé tu cuerpo. Es una carreta con ruedas cuadradas. Y los burros que tiramos de ella somos nosotros.
Dan ganas de congelarse o algo y que te descongelen cuando esto se haya arreglado. Cinco años a lo sumo. Claro que hoy por hoy la congelación lleva consigo algún que otro fallo....cardíaco. Pero son males menores.
Al menos ya no somos dos en el paro en casa, creo que mi marido debería ser invitado de honor en Cuántos Milenios, porque encontrar un trabajo con contrato indefinido y buen salario me resulta casi tan extraño que me hace pensar que se nos va a caer el techo encima o algo así por violar las leyes de la realidad.
Por ahora quedo yo. ¿Qué vamos a hacer conmigo?
Proyectos no me faltan y doy el perfil en bastantes ofertas de empleo. Hoy he hecho una entrevista, que constaba de tres entrevistas y para cuándo llegué a la tercera ya andaba delirando y cachondeándome de todo. Por la cosa de que ya había cogido confianzas con tanto tiempo allí. Igual el tercer entrevistador pensó que tenía algún problema extraño o algo así. El caso es que igual lo tengo. Boh, qué más da...él también tenía tics raros, bleh...
Publicar. Ah, sí. Publicar. Pues da la casualidad que en la rama de estilo artístico que he escogido (realismo casi fotográfico) hay que ser la puta leche en vinagre o te comes los mocos.
O no.
Yo sólo sé que vi un libro de ilustraciones de la famosa serie Eclipse de Norma dónde la ilustradora cometía fallos de coloreado, anatomía, iluminaciones, etc tan gordos que estuve dos horas recogiendo los añicos de mi mandíbula. Sólo os diré que vi manos con seis dedos. En sus chicas dibujadas, digo.
Los conté. Eran seis.
No voy a decir qué ilustradora es, creo que todos tenemos criterio al margen de los gustos personales.
Que puede gustarte el rap, pero el Cobra ése, vamos, malo es, no tiene mucho secreto el darse cuenta. Malo por ser fina. Claro, entonces, humildemente, pienso que doy la talla para que me publiquen un proyecto.
Pero es que hay crisis. Demasiadas ilustradoras (y fotomontajistas, respetable es, mientras el resultado sea chulo). Pues eso. La respuesta es la misma que la que dan en el Servicio Sanitario Español a la hora de emplearte o en el Colegio de Enfermería para justificar la escasez de ofertas.
En otros casos lo curioso es "te lo habríamos publicado hace dos meses cuándo nos hablaste del proyecto, pero ahora no". Interesante.
¿Tan mal está todo? ¿No se supone que la crisis hace que haya más tiempo libre y más búsqueda de evasión en libros y comics?. Vaaaale....crisis = no hay pasta. Pillo el mensaje.
Pero como no soy de las que desisten fácilmente cuándo quieren algo, la idea es que voy a meterle caña a mi nivel como dibujante. Quiero ver si también dan negativas al presentar una ilustración hiperrealista y con un coloreado que haga babear. Veremos. No tengo 15 años, vale, pero me queda mucho tiempo por delante y la rapidez a la que mejora mi nivel con la práctica es visible (exceptuando los dibujos-salto, véase el primer dibujo después de una larga temporada sin dibujar), en un año soy consciente de lo que puedo llegar a hacer. Y puede que en menos de un año. Puede que en el momento más inesperado me sorprenda hasta a mí misma. No sé. Lo noto. Es como si tras observar mis errores y diferencias con las ilustraciones de gente de más nivel que yo, del nivel que es mi actual meta, mi cabecita estuviera haciendo su vida aparte y consiguiendo prepararme para que tenga resultados...resultones.
Sea como sea, no me voy a dejar derrotar. Mucho menos a medio camino. Ya tengo un libro en el mercado y una seguridad económica en casa. No me rendí en el 0%. No nos rendimos en el 0%. Qué estúpido sería hacerlo en el 50%, ¿no?.
Y cuando la abnegación llama a la puerta...1000 mts en largos de piscina y un cuarto de hora de jacuzzi. Y las endorfinas fluyen solas que da gusto.
Y también tengo a alguien que sabe mucho de endorfinas. Creo que debería dejar esta última frase aquí. No es plan de ir contando intimidades.
Y, a los que me han aguantado aunque sea por messenger. Gracias por estar ahí. Gracias por existir y por darme apoyo. Os quiero más de lo que imagináis. :)