Hace muchos años, alguien me dijo o me dio a entender que yo no podía hacer algo.
Y desde antes hasta ahora, he estado sintiendo una constante en mí. No, no era Desmond. Era la seguridad de que ese algo era mi destino. Que había nacido para hacerlo.
Aún no sé por qué si es mi destino no se ha cumplido o si debo volver a luchar por ello como hice antaño en tantas batallas perdidas.